sábado, 14 de junio de 2008

Las apariencias engañan

   "Guau- Guau!!" (Lana os saluda!)

 Estas fotos son de cuando ella llevaba 1 semana en casa y ya estaba más adaptada a su hogar que un camaleón a su entorno. 
 La segunda cosa que hizo nada más llegar a casa, fue escoger lo que luego sería su rincón; en él metía todo lo que encontraba por el suelo (pelotas, zapatos...), lo que "robaba" de los sitios ( camisetas, pantalones, calcetines, trapos de cocina...) y lo que consideraba suyo y temía que se lo fuésemos a quitar (u un peluche con forma de gato y una manta). Aquel rincón suyo, tuvo que desaparecer pronto,ya que parecía un puesto del mercadillo. No os preocupéis, cambió aquel rincón por otro situado a los pies de mi cama.  En el lugar donde vivimos, hay bastantes zonas verdes además de una plaza que tiene pequeños trozos de jardín y sin peligro de posibles atropellos. Allí, es donde empecé a darle los paseos más largos. La anécdota de su segunda semana en casa ocurrió en esa plaza. Una tarde de buen tiempo (lo que implica algarabía de niños y gente tomando el sol), la saqué a pasear. Cuando me quise dar cuenta, veo que está corriendo hacia un señor que tomaba el sol descalzo; la perra, cogió uno de sus zapatos y escapó a toda mecha para que no la pudiese coger. Cuando pude rescatar el zapato del señor (aunque primero me tuvo 5 minutos corriendo detrás de ella y la gente desternillándose), estaba sin el mínimo rasguño. Le devolví el zapato al señor, me disculpé y... me largué de la plaza lo más rápido posible roja como un tomate por la vergüenza que había pasado. Cualquiera lo diría viendo la carita que tiene en las fotos...

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